Toradol: Potente Analgésico Antiinflamatorio No Narcótico
Toradol (ketorolaco trometamina) es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) de potencia analgésica superior, indicado para el manejo agudo del dolor moderado a severo. Su mecanismo de acción inhibe selectivamente la ciclooxigenasa (COX), reduciendo la síntesis de prostaglandinas implicadas en la inflamación y la nocicepción. A diferencia de los opioides, no deprime el sistema nervioso central ni genera dependencia física, posicionándose como una alternativa eficaz en contextos donde la sedación es contraproducente. Su administración está aprobada por vía oral, intramuscular e intravenosa, con un perfil de acción rápida y duración clínicamente significativa.
Características
- Principio activo: Ketorolaco trometamina
- Presentaciones: Comprimidos de 10 mg, solución inyectable (15 mg/mL, 30 mg/mL)
- Vida media: 5–6 horas
- Biodisponibilidad oral: 80–100%
- Unión a proteínas plasmáticas: 99%
- Metabolismo hepático vía conjugación glucurónica
- Excreción predominantemente renal (91%)
- Inicio de acción: 30–60 minutos (oral), 10–15 minutos (parenteral)
- Máximo efecto analgésico: 2–3 horas
Beneficios
- Proporciona analgesia potente comparable a opioides moderados sin riesgo de depresión respiratoria
- Efecto antiinflamatorio complementario que aborda la etiología del dolor
- No genera tolerancia, dependencia física ni síndrome de abstinencia
- Permite la lucidez mental del paciente durante el tratamiento
- Formulación flexible adaptable a contextos ambulatorios y hospitalarios
- Reduce la necesidad de opioides en protocolos de analgesia multimodal
Usos comunes
Toradol está indicado para el manejo a corto plazo (máximo 5 días) del dolor agudo de intensidad moderada a severa. Sus aplicaciones clínicas incluyen dolor postoperatorio (especialmente en cirugía ortopédica, abdominal y dental), trauma musculoesquelético agudo, cólico renal y episodios de dolor oncológico. Se emplea frecuentemente en servicios de urgencias para el control rápido del dolor y en unidades de recuperación postanestésica. No está indicado para dolor crónico ni para profilaxis antiinflamatoria.
Dosificación y administración
Adultos (≤65 años sin insuficiencia renal):
- Vía oral: 10 mg cada 4–6 horas según necesidad. Dosis máxima: 40 mg/24h
- Vía intramuscular/intravenosa: Dosis de carga 30 mg IV/IM, seguida de 15–30 mg cada 6 horas. Dosis máxima: 120 mg/24h Pacientes geriátricos (≥65 años) o con clearance de creatinina <30 mL/min:
- Reducir dosis en 50%. Dosis máxima: 60 mg/24h Duración del tratamiento:
- No exceder 5 días consecutivos por riesgo de efectos adversos gastrointestinales y renales
La administración debe realizarse con las comidas para minimizar irritación gástrica. La transición de formulación parenteral a oral debe mantener la equivalencia dosimétrica (30 mg IM/IV ≈ 20 mg oral).
Precauciones
Monitorizar función renal (creatinina sérica, BUN) antes y durante el tratamiento, especialmente en pacientes deshidratados, con insuficiencia cardíaca o hepatopatía. Evaluar riesgo gastrointestinal previo al inicio (historia de úlcera, hemorragia digestiva). Utilizar con precaución en pacientes con trastornos de coagulación o terapia anticoagulante concurrente. Evitar la administración concomitante con otros AINE. No utilizar como analgesia preemptive ni como antipirético.
Contraindicaciones
Hipersensibilidad al ketorolaco, ácido acetilsalicílico u otros AINE. Insuficiencia renal avanzada (clearance <30 mL/min). Tercer trimestre del embarazo. Hemorragia activa o riesgo hemorrágico significativo. Deshidratación severa. Cirugía de bypass coronario. Historia de úlcera péptica activa o hemorragia gastrointestinal. Asma inducida por AINE. Niños menores de 16 años.
Efectos adversos
Frecuentes (>1%): Dispepsia, náuseas, dolor abdominal, cefalea, somnolencia. Poco frecuentes (0.1–1%): Edema, hipertensión, elevación de transaminasas, mareo, rash cutáneo. Raros (<0.1%): Hemorragia gastrointestinal, ulceración péptica, insuficiencia renal aguda, reacciones anafilactoides, pancitopenia. Efectos relacionados con la vía de administración: Dolor en sitio de inyección (IM), flebitis (IV).
Interacciones medicamentosas
- Anticoagulantes (warfarina, heparina): Aumento riesgo hemorrágico
- IECA/ARA-II: Disminución efecto antihipertensivo, riesgo de nefrotoxicidad
- Diuréticos: Reducción efecto diurético, deterioro función renal
- Litio: Aumento niveles séricos de litio
- Metotrexato: Disminución clearence renal
- SSRIs/SNRIs: Sinergismo en riesgo hemorrágico
- Otros AINE: Potenciación toxicidad gastrointestinal y renal
Dosis olvidada
Administrar tan pronto como sea recordado, si no está próxima la siguiente dosis programada. No duplicar dosis para compensar. Reanudar esquema posológico regular. Evaluar necesidad real de analgesia antes de administrar.
Sobredosaje
Manifestaciones: Dolor abdominal, náuseas/vómitos, ulceración gástrica, insuficiencia renal, depresión del SNC (somnolencia), convulsiones en casos severos. Manejo: Lavado gástrico si administración oral reciente. Carbón activado. Soporte sintomático. Diálisis no efectiva por alta unión proteica. No existe antídoto específico.
Almacenamiento
Conservar a temperatura controlada (15–30°C). Proteger de la luz. Mantener en envase original. No congelar formulación inyectable. Desechar solución parenteral si presenta turbidez o precipitados. Mantener fuera del alcance de niños.
Advertencia
Este medicamento requiere prescripción médica. La información proporcionada es de carácter educativo y no sustituye el criterio clínico. El uso beyond 5 días incrementa significativamente el riesgo de complicaciones graves. Reportar inmediatamente cualquier signo de sangrado gastrointestinal (melena, hematemesis) o reacción alérgica. No utilizar durante la lactancia (se excreta en leche materna).
Evaluaciones clínicas
Estudios comparativos demuestran que Toradol 30 mg IM provee analgesia equivalente a morfina 12 mg IM en dolor postoperatorio, con menor incidencia de náuseas y sedación. Metaanálisis confirman su eficacia en cólico renal versus opioides, con mejor perfil de efectos adversos. En práctica clínica, se valora su utilidad en protocolos de recuperación intensificada donde la minimización de opioides reduce complicaciones postoperatorias. La limitación temporal de uso (5 días) representa la principal restricción en su empleo, requiriendo transición oportuna a analgesicos alternativos para dolor persistente.
